Opinión de
Rubén Villanueva
en 14/03/2015
El día 14 de marzo de 2015 fui a la peluquería Vivet en el Centro Comercial Policentro de Guayaquil, yo para cortarme el pelo y mi esposa para hacerse las uñas. Al principio todo estaba bien pero parece que la señora que atendía mi mujer le hizo una herida en un dedo, y después en lugar de disculparse le puso malas caras en actitud de burla.
Después de eso mi esposa se fue a quejar al gerente, y aquí llega la peor parte, este individuo no se le ocurre decir otra cosa que “yo siempre le voy a dar la razón a mi personal”, y además presume de tener peluquerías en otros países.
La verdad que con una simple disculpa todo hubiera quedado en nada, pero la reacción del gerente es de lo peor que he visto. Uno debe tener un mínimo de educación con sus clientes porque somos los que les damos de comer.
En resumen, que ha sido una pura VERGÜENZA de atención y espero que las cosas cambien.